7.12.2011

A veces, cuando estoy sola, vuelvo a verme a mi misma. Verme antes, ahora... imaginarme después.
Es difícil olvidar, lo se. Es difícil alejarse de todo, no mirar atrás. Es difícil morderme el labio para no gritar. Las lagrimas siempre aparecen. Yo ya lo decía... hoy no es mi día.
No se por que a veces me aferro al pasado, yo se que ahora estoy bien. Que tengo alguien a mi lado que puede llegar a hacerme feliz... Pero tanto tiempo, tanto amor, tantas cosas vividas... No creo poder olvidar nunca, no creo poder sacar todo de mi ser. Fue mucho, fue demasiado. Pero se me fue de las manos, yo ya no podía, yo ya no era feliz. Yo ya no podía aferrarme a un pasado feliz... no viendo a donde iba todo.
Tirarme a la boca del infierno sin siquiera probar un poco de mi vida. No puedo decir que no viví, que no reí... pero tampoco puedo mentir y decir que jamás llore, que jamás sufrí... porque sufrí y mucho.
Siempre me hace bien escribir, siempre me hace bien intentar sacar todo... Pero estos días... por alguna razón fueron malos, por alguna extraña razón fueron deprimentes.
Suelo ser una persona sentimental cuando logro abrirme, cuando logro confiar aunque sea un poco en una persona... y me abrí tanto, y mostré tanto, y era yo... y mierda. MIERDA. No puedo olvidar, pero me niego a recordar. Las lagrimas son tan fáciles. Podía llorar todos los días, podría encerrarme y nunca salir. Y podría no hacerlo. Una guerra adentro, una guerra entre el si y el no, entre el corazón y la cabeza. Una guerra tan triste... porque todos sabemos que nadie va a ganar, sabemos que van a morir ambos en el intento.